
Hola, soy Juan Jiménez, presidente de IMA, Amics dels infants del Marroc, una asociación que muchos de vosotros conocéis porque sóis socios y muchos otros porque recordaréis que os ayudamos en el proceso de adopción de vuestros hijos. Me siento muy satisfecho de poderos escribir esta carta y de que la podáis leer, espero que podáis entender el sentido de estas palabras que os dirijo de buena voluntad.
Hace un momento repasaba los primeros correos que justo hace ahora siete años me escribía con Pitus y Sara, las dos personas que entonces nos ayudaron en nuestro proceso de adopción, una tarde de junio creo recordar tan calurosa como la de hoy. Correos en los que les explicaba las buenas noticias que traíamos de Agadir: por primera vez, habíamos conocido a nuestro hijo.
También repaso calurosos correos en fechas similares, esta vez de Sara, Jordi y míos, preparando las sesiones de presentación que seguramente organizamos con algunos de vosotros. Y correos, miles de correos explicando con detalle cada uno de los pasos de este tortuoso proceso que todos emprendimos en algún momento. ¡Qué ilusionante es repasar esos momentos, os lo recomiendo encarecidamente!
Quería dar las gracias a todas las personas de IMA que me habéis ayudado a encontrarme con mi hijo, ese niño que andaba navegando por algún sitio de mi interior y que me esperaba en un rincón luminoso del Sur. También quería dar las gracias a IMA porque me ha dado la oportunidad de conocer a muchas personas en situaciones parecidas a la mía, personas con las que me identifico y que me han ayudado o he ayudado en algún momento de este increíble viaje. Y particularmente, quería dar las gracias a Sara, que siempre está ahí.
El motivo de esta carta es bien distinto: como muchos sabéis, desde hace cinco años se cerraron las adopciones en Marruecos, y desde entonces nuestra entidad ha vivido una paulatina agonía. Nosotros seguimos haciendo cosas, no lo dudéis, seguimos trabajando en proyectos para ayudar a los niños abandonados en los orfanatos marroquíes, en especial con los niños discapacitados, como los de “Le Nid” de Meknés, y hemos empezado a trabajar con diferentes proyectos que nos llenan de ilusión para acompañar a las madres solteras de Marruecos a tirar adelante con sus hijos. Y siempre que podemos estamos organizando cosas: encuentros entre familias, grupos de terapia familiar, presentaciones de libros y películas, clases de dariya… todo lo que está a nuestro alcance por tal de mantener vivo ese espíritu.
Pero también es cierto que cada vez somos menos socios y si seguimos así, pronto tendremos que dar por acabado nuestro trabajo. Tampoco es que creamos que esto sea un drama, ni mucho menos: cada cosa llega a su fin y es sano aceptar que durante doce años iluminamos la vida de cientos de niños marroquíes y sus respectivas familias en España, y que durante cinco años más hemos apostado por la ayuda directa a la sociedad civil marroquí para generar un cambio hasta quedarnos prácticamente sin un céntimo: todo lo hemos dejado allí. Eso también es muy satisfactorio.
Aunque la verdad es que todavía queda mucho por hacer, aquí y en Marruecos. Queda mucho por hacer en las escuelas, por ejemplo, todos sabéis lo que hoy en día viven algunos de nuestros hijos y, en general, los niños de origen marroquí en algunas escuelas españolas. Historias a menudo de integración, pero también de rechazo y, en general, de poco trabajo por la educación entre iguales, de aceptación de las diferencias.
Y mucho trabajo necesario de compartir experiencias entre familias, de ayuda mutua, de abrirnos entre nosotros: allá donde haya una familia adoptiva de un niño de Marruecos, estar por ella, hacerles sentir que no están solos, crear redes, abrir una brecha que haga sentir nuestra voz allí donde sea posible.
Pero donde sin duda alguna todavía queda mucho por hacer es en Marruecos, apostando por las entidades que están luchando por conseguir la abolición de las leyes que dificultan a las mujeres solteras tirar adelante con sus hijos sin sentirse al margen de la ley. Y en el terreno de la educación de género, apostando por romper el gran tabú que relega a las mujeres marroquíes a un segundo plano social y económico. Y como no, ayudando a todos los niños que cada día llegan a los orfanatos del país fruto de embarazos no deseados.
Para ello, necesitamos vuestra ayuda. Necesitamos que os hagáis socios. O que volváis a serlo. O que compartáis este mensaje con vuestras familias para que alguien se haga socio por vosotros. Porque si esto se acaba, algo más indescriptible se habrá acabado con ello. Si como nosotros, apostáis por IMA, enviadnos un correo electrónico a ima@amicsinfantsmarroc.org y en seguida nos pondremos en contacto con vosotros, la cuota de socio es de tan solo 25 €/trimestre.
Muchas gracias por todo y espero que nos veamos pronto.
Juan Jiménez
Presidente de IMA, Amics dels Infants del Marroc
T'agrada:
M'agrada S'està carregant...